Menció (390-328) dio el paso siguiente al confucionismo al afirmar que la naturaleza del hombre es originariamente buena, al contraponer el amor a las cosas concretas al amor universal.
Mencio viajó por toda China para transmitir el mensaje de Confucio, aunque sin conseguir grandes éxitos.
El legado de Mencio se compone de una obra de siete capítulos, Mengzi o Libro de Mencio que expone las principales ideas del confucianismo a través de diálogos con artistócratas y pensadores. La obra también aborda la ciencia política y la agricultura.
Mencio exaltó la justicia y la benevolencia afirmando que las virtudes relacionadas con las humanidades y con la rectitud eran innatas y podían ser descubiertas mediante la contemplación interior y el esfuerzo moral.